Siempre se ha dicho, del dicho al hecho hay un buen trecho, no obstante, parecieran que las palabras se adentraran en la piel de cada uno/a y nos diera forma, moral, actuación según la mirada masculina como referente único...
Todas las sociedades cuentan con reglas, prejuicios, actuaciones difrenciadas para hombres y mujeres, incluso para homosexuales y transexuales. En algunos casos, cuando s elas comparan entre sí, unas son exactamente lo contrario de la otra. ¿Bueno, malo? A saberse sí que al menos ser mujer u hombre no es por la naturaleza.
En Occidente arrastramos el vicio de creernos más y que estamos muy liberados, ya no somos machistas, ni hombres ni mujeres, y que ..bueh! Toda la cantinela del autoengaño pues la vida en lo doméstico, en el interior de la intersubjetividad sigue, claro que no igual pero parecida. Sobre todo cuando con las fluctuaciones económicas, o de las que sean, se retrocede sin más a que una mujer sólo lo es si se aparea. Para lo cual, existen algunos adjetivos descalificantes o entronizantes, para si lo hace o no según como. Lo que es mejor aún, muchas mujeres se esfuman o invaden territorios relacionales de otras, sin límite, para poder vivir , sentir algo, ..se ofrecen como en un mercado... y ahí los tíos, riéndose, disociados porque con quien se vaya no será más que para una satisfacción narcísica que luego se desvanecerá tan rápido como su erección. Triste. La esclavitud tiene siempre el mismo final. Sea de las palabras, de la mirada, de una sociedad, d ela familia, del novio, d elo que sea...pero la crisis está mostrando también estos comportamientos retrógradas para obtener una seguridad que tampoco existe ni el presente ni el futuro. Todo sun sin sentido.
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Muy interesante el artículo sobre la abnegación en la doble jornada femenina y la misoginia que la moldea gracias a palabras que se aceptan o no...
ElPaíslink
http://blogs.elpais.com/mujeres/2012/01/la-doble-jornada-femenina-no-es-de-ahora-1.html
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