LA PALABRA DEL DÍA castellano.org
año
En las primitivas sociedades agrarias, el curso de las estaciones, desde la temporada de la siembra hasta la cosecha anual, revestía una significación mucho más considerable que la de hoy, puesto que era la actividad principal de la comunidad, que trabajaba casi exclusivamente para asegurar la supervivencia de sus miembros.
Los antiguos prestaban especial atención a la época que consideraban el inicio del ciclo, cuando la duración de los días empezaba a aumentar en el hemisferio norte alrededor de la fecha que hoy llamamos 21 de diciembre hasta alcanzar su máxima duración, seis meses más tarde.
El inicio de un nuevo año ha sido desde siempre para los hombres una ocasión de renovar aspiraciones, esperanzas y proyectos, así como una oportunidad de rogar a los dioses un tiempo propicio para sus cosechas.
A ese período de alrededor de 365 días y cuarto, que corresponde a un giro de la Tierra alrededor del Sol, las comunidades prehistóricas indoeuropeas lo llamaron at-no, palabra que dio lugar en latín a annus y en las lenguas romances a año en español, an en francés, ano en portugués, any en catalán y anno en italiano, entre otras.
año
En las primitivas sociedades agrarias, el curso de las estaciones, desde la temporada de la siembra hasta la cosecha anual, revestía una significación mucho más considerable que la de hoy, puesto que era la actividad principal de la comunidad, que trabajaba casi exclusivamente para asegurar la supervivencia de sus miembros.
Los antiguos prestaban especial atención a la época que consideraban el inicio del ciclo, cuando la duración de los días empezaba a aumentar en el hemisferio norte alrededor de la fecha que hoy llamamos 21 de diciembre hasta alcanzar su máxima duración, seis meses más tarde.
El inicio de un nuevo año ha sido desde siempre para los hombres una ocasión de renovar aspiraciones, esperanzas y proyectos, así como una oportunidad de rogar a los dioses un tiempo propicio para sus cosechas.
A ese período de alrededor de 365 días y cuarto, que corresponde a un giro de la Tierra alrededor del Sol, las comunidades prehistóricas indoeuropeas lo llamaron at-no, palabra que dio lugar en latín a annus y en las lenguas romances a año en español, an en francés, ano en portugués, any en catalán y anno en italiano, entre otras.