Benedicto XVI está torciendo, como otros sectores de la vida social-global, peligrosamente las relaciones interétnicas y religiosas. Últimamente, cualquier esfuerzo de juntar a la gente resulta una opereta ruidosa, con estruendo y mucho gasto de energía como de economía ¿Por qué? Tal vez en estas medidas arbitrarias se escondan algunos de los motivos.
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Las fiestas, las reuniones, la educación con hábil mano, hasta los discursos de la trillada y gastada interculturalidad, poseen rasgos escencialistas muy pesados, (aunque pregonen lo contrario)con los que se acaban distanciando y confundiendo al conjunto de la sociedad entre sí en el plano de la realidad con todo ello.
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Por lo general, he podido constatar en la prensa y el trabajo de campo, por el momento, una agudización de dos vías a tenor de este marco.
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La migración, en Europa, al ser numerosa y diversa comienza a tejer no un gheto étnico - con derecho total y pleno a hacerlo, por otra parte- sino una interetnicidad llamativa, con la participación aleatoria de algunos sectores de la autoctonía en los eventos públicos, incluso privados que se viene dando de forma distinguible. Con sólo echar un ojo a algunas zonas de contacto salta!
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Estas disposiciones papales religiosas que invalidan matrimonios, van más allá todavía.Minan la libertad de culto como el mestizaje, el que incluso pueda darse en esos ámbitos, también previamente segregados de la autoctonía con discursos dobles.
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Cabe abrir bien los ojos y los oídos sobre el conjunto de disposiciones religiosas, políticas y económícas que les acompañan en cuanto al nuevo dibujo sociodemográfico de las sociedades. Penetrar en sus paradojas y contradicciones como observar, como en este caso de Benedicto XVI, quien no por casualidad irrumpe con una medida de este signo contra corriente.
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Desde distintos ángulos el mestizaje se ve atenazado y amenazado pero la realidad,a pesar de todo, y por suerte, acaba siendo más fuerte..lo que sí se deben hilar finamente todos los impactos de estas medidas y lo que ocurre en la vida social cotidiana. El manejo de la diferencia no pasa sólo por discursos sino por las prácticas como la objetivación clara de sus significados que los atraviesan. CM
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linkhttp://www.elargentino.com/nota-69927-seccion-113-EL-Papa-invalida-matrimonios-de-no-bautizados.html
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