Un estudio bastante crucial y común, para la antropología desde sus orígenes, sobre cómo se hereda de padres a hijos lo material. Descifrar los lenguajes de las herencias nos exponen la necesidad de la memoria de una sociedad también. Me gusta el título que ya le inscribe la desigualdad, algo que puede verse a simple vista en las sociedades, no sólo de cazadores-recolectores, sino echando una ojo al entorno. Incluso, el modo de andar se ve afectado. En aquellas tan pegadas a la recepción de la generación anterior, muy inérticos y a los que están en las que no, más plásticos y sueltos en sus movimientos.Pero esta desigualdad, no es más que el síntoma de otra desigualdad de tipo más flagrante. El tema no es baladí.Alegra la esperanza que abre el igualar el acceso al conocimiento...aspecto también antiguo, con otros rasgos para achicar desgualdades sociales y económicas. Lo que ocurre, es que en aquellos que están educados en la herencia, como forma de existencia en la sociedad a toda costa, cuentan con los artilujios para impedir otras maneras de acceso. Artilujios con los que muchas veces se autoproclaman como los únicos con los saberes válidos...y se van reproduciendo, así, así...mira a tus costados igual lo hacen al ritmo de las sanguijuelas por la orilla húmeda de un río, algo que acaba, paradójicamente, con ellos también, convirtiéndoles en esos bichitos.
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http://www.ellibrepensador.com/2009/10/30/la-herencia-produce-desigualdad/
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