Todos los rincones de las relaciones sociales posibles y, de constitución de lazos más próximos, el terremoto los ha descalabrado y puesto a la intemperie como nunca antes se había visto. Aparece tan clara la necesidad de un cambio profundo en los planos nacionales e internacionales ya! Para el caso, las leyes, en cuanto a la adopción internacional, para evitar los tráficos de niños y niñas debido a las pronunciadas desigualdades Norte- Sur que las impulsan, y más aún en Haití.
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En todo caso, me alegra saber que muchos hogares españoles abren sus puertas a estos niños, tan afectados ahora, y lo hacen público. Por otro lado, cabe tener muy presente que las categorías de refugiados y migrantes, sin bien comparten elementos en común, no significan lo mismo para la ley y las organizaciones internacionales, a la hora de planteos orientados a satisfascer las necesidades de todo orden, incluso las jurídicas. Por lo que en la delicada situación haitiana, en el trazado d ela acogida, se debe mesurar con mucho tino los términos en los planes de ayuda humanitaria y designación de grupo meta cuál es la catgeoría empleada. No es tan fácil, ni automática, y menos en un mundo que funciona más como una bolsa d egatos cada vez más a la hora de asignar un presupuesto.
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*El País
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http://www.elpais.com/articulo/internacional/Espana/propone/respuesta/conjunta/UE/huerfanos/haitianos/elpepuint/20100122elpepuint_2/Tes
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