Es un lugar común que entre enemigos acérrimos, en alguna generación del parentesco, acaben formando lazos familiares. Tales uniones y armonizaciones llevan mucha literatura, cine,poesía, arte...además del enconado tapizado de los prejuicios de los que contemporanizan con tales relaciones. Muchas veces desdichándolas con desaprobación o vaya a saberse qué.
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Lo cierto es que toda familia posee un pasado y entrar en él es atravesar tabúes para los que hay que estar dispuesto a luchar contra uno mismo. Entonces, vencer sus propias repugnanacias para lograr un estudio y conocimiento ético...salir de la idea de que somos los mejores!!! Un gran escondite!!! Es también un acto de humildad.
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En el caso del nazismo o de cualquier fascista la tarea se vuelve terrible. Entrar en los terrenos más prohibidos de la cultura , el respeto del cuerpo les es un obstáculo. Sabemos que el nazismo ha sido la ideología de la locura humana, tanto como muchas otras ideologías que extremaron esa estupidez extendida de superioridad y el miedo a la diferencia.Estudiar el itinerario familiar de estos resulta romper, además ,con la alienación que llevó al enamoramiento con la autoimagen, llegar a ser, construirse y por ende, sentir algo de liberación. La negación del otro que el nazismo, como la locura, exaltó y llevó como bandera para situarse en el podio de la civilización es, nada más y nada menos, que el grotesco de Occidente para mirarlo a los ojos y no caer en sus redes.
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La autora de este libro tuvo que luchar como lo ha hecho la gran mayoría y sus instituciones de esa sociedad contra un hecho histórico que no sólo le ha tocado a Alemania, sino a muchas sociedades que enloquecen, en las que el ser sólo es posible como epifenómeno de ella y sus modelos. Ella rompió no sólo con el silencio, sino que además pone al descubierto las contradicciones de una abuela, que ilustra muy bien su alienación, de como las ideologías pueden despertar sentimientos de amor hacia ellas, aún siendo siniestras, siendo totalmente inaceptables en relación a la vida.
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Por otra parte, el artículo nos muestra que la autora no olvida, y menos mal, pues tanta locura trae aparejada un beneficio económico pocas veces manifestado, bastante alto siempre.Como si esa locura no escondiera bajo la otra manga, una carta de ganancias fabulosas. Esto le agrega aún mayor reflexión y valor al desenmascararlos que no son locos inocentes de un manicomio.
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Las sociedades que impulsan trabajar y elaborar sobre el pasado, a pesar de todas la dificultades tienen más garantizado no repetirse, vivir de otra forma, sin tanto ocultamiento. Las personas que se animan a nadar en su pasado también. Me pregunto aquellos que todo lo tapan con una sonrisa o un gesto de odio y represión como deben estar en sus historias. Se convierten en distinta cara de la misma moneda. La ideología de la locura les ordena la vida.
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Ya me gustaría que por estas tierras aparecieran historias detalladas de casos tan similares. Por el estudio sobre matrimonios mixtos veo que una d elas nubes provenientes de los prejuicios entre clase, nacionalidad, bandos, religiones, edades, etc. que los descalifican y deslegitiman procede, de un modo u otro, para evitar siempre que se busque sobre la propia y la historia del otro. La relación identidad y alteridad se exalta descubriendo que no se es único, que no hay un sólo modelo tampoco en la realidad. . Y eso, la idoelogía de la locura no lo admite, en parte su locura está en eso , en unicidad. Es así que el contraste real es su detonante más fuerte. Tampoco es un saber objetivado pero sí un implícito social que en la relación especular parte el espejo en mil pedazos.
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Leeré el libro, ya el artículo es bastante estimulantes.
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