Pareciera que una corriente de aire fresco corre por algunos países sobre la necesidad de no presionar más sobre el cuerpo "modelo" de las mujeres.
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No obstante, sigue inserta de forma irrevocable, que la voluntad masculina sea la que dictamine su forma, y no la misma mujer.
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¿En cuántos planos los dos fenómenos ocurren? ¿Cuánta tiranía masculina permanece intacta como sostenida por aquellas que sólo saben usarla o sumirse a ella?
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Pensemos, sin ponernos tristes ni trágicas (elemento claro de la no salida) a lo que le subyace un goce enfermizo, proveniente del amor a las cadenas, ...de regalar la propia vida.CM
Le MOnde
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