No se pueden pedir peras al olmo cuando en un artículo se aborda el tema del inconsciente y Freud mencionado con términos como eficacia, charlatanes y farsantes al mejor estilo presente, neoliberal y comercial...
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No obstante, a medida que se sigue su lectura, con esos términos incluidos además, se busca la recuperación del psicoanálisis como modo de curación, que claro obviamente, en una sociedad sumida en la negación que sostiene con su desfiguración... se hace complejo...
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pero, y a pesar d etodo ello...el psiconálisis devuelve la risa, la salida del aburrimiento, como de los miedos y enfrenta en una visión, gigante como profunda, llena de pasión en dirección a la vida, más allá del comentario. Es un hecho.
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El artículo convoca a detractores, seguidores y autoridades científicas o artísticas (hay quienes lo denominan un arte) que tuerce el recorrido inicial de su texto periodístico como si entrara con él en el mismo inconciente plagando de ejemplos que poco tienen que ver con la eficacia en los términos que hoy se emplea este vocablo.
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Pienso en Freud, en sus Conferencias de 1905 en la Clark UNiversity, o el Prólogo a los Ensayos de una Teoría Sexual Infantil, o las lecturas lacanianas de su obra, Totem y tabú, El malestar en la cultura, y artículos sobre la neurosis "moderna" de principios de siglo XX con una vigencia ineluctables contra los cuales sólo las resistencias y las dificultades para asumir los deseos propios se impide su lectura o conducen a su tergiversación.
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Me alegra encontrar un artículo así el lunes por la mañana, al menos ante la imposiblidad que la cobardía ha instalado en nuestras vidas, alguien la transgrede para arrancar aunque sea un pelo de valentía frente al espejo, dando más sentidos a la vida que al siemple llene de una bolsa de la tienda. El inconciente necesita ser reconocido. CM
*El País
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http://www.elpais.com/articulo/cultura/divan/potencia/literaria/elpepucul/20080714elpepicul_1/Tes
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