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http://www.elpais.com/articulo/opinion/maltrato/invisible/elpporopi/20071126elpepiopi_2/Tes
Es horrible lo que está ocurriendo. La mejor palabra es "enquistamiento" tal y como el artículo se refiere. La sensación enfremiza de superioridad y falsas construcciones masculinas creadas por la división sexual del trabajo, entre otras cosas, e interpretaciones naturaliznates y efrascantes de lo que es ser hombre y mujer, y lo que es peor, una inercia alimentada por ese beneficio absurdo del machismo, el que a su vez acaba perjudicando a los llamados "hombres" por esta sociedad , corre por todas partes.
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En España, tenemos el claro ejemplo de publicidades donde hasta poner la lavadora puede ser motivo de su creación y éxito de singularidad, puesto que aún, como en la sociedad Cabila, tal y como Bourdieu señalara, el ámbito masculino está reñido con los contactos acuosos, húmedos del femenino...distancia? Pocos, pero muy pocos son los hombres que se atreven a padecer la herida narsicista de que están vacíos y todo es ficción..ese"enquistamiento" el que perjudica a nosotras como a ellos parace de chicle. Cuando lo descubren, según como, van en grado de la descalificación a la muerte como su cometido último antes que cambiar. Es curioso el sentido de vida de quien hace eso. El quiste les da la fuerza para agredir, matar, humillar, explotar, burlarse, culpabilizar y tapar sus agujeros así y nutrirse de él aunque cueste hasta el placer mismo de la vida...
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Nota de campo: junio 2007.
Entro en un bar lleno de migrantes latinos donde distribuyo los teléfonos para denunciar maltrato. Un par de hombres me amenazan. El acto contaba entre la descalificación y la invitación a la cama, sin ninguna impunidad, ni límite. Por mi posición en el terreno los envié al diablo educadamente. Fue un error. Al cabo de un rato estaban maltratando a otras dos mujeres que los enviaron al cuerno. Luego las tres intentamos frenarlos. Pero era imposible ponerles límite. Además de asquerosamente alcoholizados, la ceguera de la arrogancia y la estupidez que eso conlleva, no les permitía detenerse. Había mujeres migrantes que temían porque resulta doble o triple el problema para ellas. Me fui sin poder hacer nada. Me acordé de una vez por la TV2 cuando un hombre declaraba que buscaba una mujer rusa por internet porque las españolas ya no le hacían caso... estos latinos de años aquí, daban rienda suelta a la continuidad del maltrato fuera de la península y en ella...sería para hacerles caso? El caso es que esta anécdota penosa no recae sobre cuestiones étnicas sino sobre la indefensión de las mujeres migrantes que no pueden abrir la boca, ni en sus trabajos, ni calle, ni nada. Me voy del bar temblando y siento como cualquiera de esas mujeres el terror.
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Los hombres, en general, sean de la clase y etnia que sean, me animo a hacer esta afirmación que, en general, han perdido los papeles. El "enquistamiento" les produce un beneficio patógeno, victorias pirrias en cada caso, y algunos juegan su patología sin límite. La sociedad, además, reune un sin fin de intereses mediocres en la denuncia del tema, que tampoco ayudan a su genuina transformación. Es lógico que hayan perdido los papeles, algunos estén deprimidos, acobardados, otros más cascarrabias que nunca, pues descubren que no son nada. Les pasa algo así como Magritte cuando dice esto no es una pera " es la imagen" de...viven de eso, un día lo descubren y salta el volcán de lo que se es, una imagen pero para el día a día no es suficiente... Son muy pocos hombres los que son algo . Aquellos que se atrevieron a verse vacíos frente a la manpara de grandes hombres en circunstancias de transformaciones hitóricas que les habían puesto estandartes, muros, escaleras altas, alfombra roja, y....De pronto,son humildes, trabajan por ellos y pueden amar, más allá de buscar sólo ser amados...porque han salido de la trampa. CM
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