jueves, 13 de noviembre de 2008

Alimentación - Menús escolares

Un análisis bastante detallado de lo que se come en los Comedores Escolares (Cee) en distintas comunidades autónomas y tipos de colegios. Está hecho sobre sus menús y con una relativa observación participante, por lo que se expone un informe más cualitativo sobre la alimentación, tan importante, de la infancia para pasar a la segunda parte del día.
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Gracias a la orientación de quienes construyen esta noticia se logra reunir el contexto social y nutricional, aspectos que los dietistas, muchos cocineros y nutricionistas separan incorrectamente. Pues como sabemos, lo que comemos no es sólo una materia indeferenciada o embellecida, sino que es producto de una larga y compleja tarea para la ingesta diaria que garantiza la salud, entre tantas otras cosas, sin disociación posible.
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Por suerte, este artículo muestra el error de la ausencia de verduras y pescado en el menú escolar, como el descontrol sobre las bollerías. A su vez orienta a los padres a tomar el tiempo de la comida con atención, no acelerarlo y les desmitifica el poder mágico falsamente atribuido a los lácteos como sustitutivos de, muchas veces, de una alimentación variada.
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Todo ello lo hace de forma gradual, accesible, breve y clara entre el camino científico y lo divulgativo. Cuenta además con un vídeo.
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Pensemos que más de un millón y medio de niños en el Estado comen en las escuelas, y hacerles tragar o llenarles la pansa no significa alimentarles. Para muchos significa la comida en compañía donde aprenden las reglas de la sociabilidad/comensalidad para cuando sean adultos pues sus padres, no porque lo deseen, se ven obligados a trabajar hasta altas horas de la noche ... es entonces que comen solos perdiendo referentes de contrastes.
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El plato de comida es un expositor de contenidos pedagógicos, éticos, sociales y culturales en los que, además, un gran sector oculto, muy poco reconocido salarialmente, desbordados de exigencias, con una tremenda baja autoestima, vienen ocupando el lugar de la y su trasnmisión social y cultural alimenatria como pueden, LOS MONITORES.
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Y, lo digo así, pues no porque haya que regresar a las épocas oscuras donde la familias, las cuales eran el núcleo total de todo conocimiento (por lo que también se rompe en mil pedazos como hoy lo vemos) sino porque este sector carga con una responsabilidad poco reconocida, y a veces, con frecuencia, con pocos elementos para sumirla, como muchas de las dificultades que en los Cee encontramos, más la trasnferencia de la femenidad desvalorizada en la tarea doméstica cuando ha sido y es crucial en la sostenibilidad del grupo doméstico en la que esté.
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Cabría identificar, y no cerrar los ojos, si se desea una solución real como légitima que las problemáticas se deben a que al estructura adulta en que los monitores están y se contienen no les proporcionan los recursos formativos adecuados y estrategias, carecen de respeto por la comunidad escolar o por quienes les contratan, pero por sobretodo de autorespeto por su tarea debido a y por la infantiliazción del sector tan constatable para acompañar el preceso del espacio del comedor-
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Todo ello más la identificación simbólica de este sector de lo adulto con lo autoritario, lo crítico sólo hacia el otro y una postura acrítica respecto de sí mismo, sin valorar el esfuerzo formativo internalizado para ejercer como un profesional, por no tener no otra opción a ser un eterno infante/adolescente en contradicción dependiente y en conflicto por sí mismo con el entorno, es que se complejiza su trasnformación, la importancia y trascendencia de su papel en la alimentación de los y las niñas.
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En consecuencia, por ello también, ser vistos por la comunidad y autoconsiderarse simple aparcadores de niños o, cuidadores, porque tampoco cuentan con los recursos adecuados para la trasnformación cualitativa de su tarea, hace que se desvaloricen y no ejerzan su profesionalidad porque la subestiman.
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Así pues, los inconvenientes y dificultades no sólo se multiplican a la hora de comer en el Cee sino que son circulares porque no atajan la problemática d eraíz, es decir en el estudio de l conjunto realcional de todos y cada uno de los actores sociales de Cee y sus competencias, dimensiones y habilidades, etc.
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El artículo es jugoso en múltiples sentidos para quien trabaje con niños/as en alimantación en cualquier plano aunque esto último que algunos/as antropólogos/as estamos estudiando aún no figure.CM
Consumer.es
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http://revista.consumer.es/web/es/20081101/actualidad/tema_de_portada/74241.php

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