Cuando fuimos a debatir con el ex ministro de educación, en el 2005, para que no volara por los aires el Grado de Antropología en España por Bolonia, tuvimos que explicarle con pelos y señales que es un antropólogo. Hicimos reuniones nacionales (con los grandes de este país, a pesar de su poca tradición antropológica) durante unos cuantos meses antes, meta charla y quemadera de pestañas...y...aún hoy la pregunta sigue flotando. Stocking hablaba de las difíciles fronteras disciplinares...en mi limitada opinión, coincido con Barley. Resulta mejor hacerse pasar por idiota, cocinera, remendona o nutricionista o junta papeles de la calle- que no por eso son menos inteligentes además- pues cada cual entiende lo que sea, lo que se le da la gana y la misma interpelación de estudiar al "hombre", a muchos les supone algo, de ver en sí mismos eso que les asusta. Me gusta este art. del este blog cómo lo cuenta además del chiste que incluye. Vamos haciendo camino frente a la nube en que se significan las ciencias sociales...y las otras también, dicho sea de paso.
viernes, 7 de agosto de 2009
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