- Ayayay!, cómo me pican las cervicales, venga don Zoilo a rascarme, por favor!!!,...algún día las mujeres podremos gobernar sin que nos pongan cuellos infernales como estos o maridos que nos precedan o acompañen para hacerlo...qué alivio con la rascadera! bueh!, no se vaya lejos don Zoilo que seguro dentro de un rato me vuelve a picar justo donde no llego.
- No se preocupe doña, pa eso estamos!
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