- Mira Leo si le llevas más el apunte a la Gioconda entonces mi marido tardará en pagarte la cuota de los blocks de papeles y tú, Mona... Lisa tenías que ser porque no se te mueve una pestaña, acaso no me has escuchado tú tampoco? No te hagas la sorda que te tiro el arminio...a propósito, Leo, yo quiero una mano distinta, vale?
La Gioconda piensa para sí.
- A esta condesa quién se la habrá presentado a Leo, con lo bien que estábamos en el vecindario sin ella, es una estirada, yo sólo buenos días y buenas noches con la cabeza, y listo...
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