¿La envidia?

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Un artículo con contradicciones pero que hace pensar

http://revista.consumer.es/web/es/20070401/interiormente/71405.php

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Castilla del Pino, Carlos: Teoría de los sentimientos, Tusquets, Barcelona, 2000.

Este autor nos ofrece el amplio espectro de los porqués de la envidia, en relación a otros sentimientos como la alegría, la satisfacción, la tristeza, etc. Nos expone el conjunto desde otra mirada no tan acusadora y sí más reveladora de elementos que los componen, en los planos cocientes e inconscientes. CM

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Tampoco faltan para este tema el humor .....

Hacia la década de los 80 no sé dónde había leído un chiste que fue como una vacuna y a la vez la clave para no enquistarme en la envidia...Había un tipo con cara de estar harto y un cigarro que le colgaba de la boca, al lado su perro con quien mantenía un diálogo:

El tipo " la envidia es un vicio estúpido"

El perro " pero tiene éxito"

El tipo " Sí es cierto, para satisfascerla basta con que les vaya mal a los demás"
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Pocas veces había leído algo tan sabio que aludiera a la inercia existencial, a esos momentos inmovilizantes de la vida en que todo parece imposible de mover...pero claro sólo lo parece...este punto en el que nos convertimos en Sansones de nosotros mismos.

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La sociedad nos embauca con las cadenas del no hacer o hacer estupideces, con lo que nos esclaviza incluso con una forma determinada de hacer, lo que aún más nos paraliza...hay quienes acaban amando esas cadenas y odiando a quien se libera de ellas...se sumerge a muchos y muchas en la prisión eterna de dañar a otro sin elaborar nada por la satisfacción de que le vaya mal a otro.

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La envidia es un síntoma nada más. Hoy se usa mucho hablar de ella para evitar profundizar en la complejidad que oculta.

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En España se dice que es un vicio nacional. En mi opinión es la forma de control social nacional y el vestigio de una sociedad tardomoderna con muchos fantasmas inculcados durante los cuarenta años que ante el paso a una sociedad tan "modernizada", para algunos, es frecuente que se dé.

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También la envidia hace parte de una posición cobarde por lo general...quién lucha generalmente puede sentirla pero no dedicarle mucho porque son otras las tareas a las que hay que dedicarles energía.

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Vivimos una época inértica, laxa, poco introspectiva, hegemónica en cuanto a demasiadas formas de ser, muy narcisista, por ende infantil, por ende con proliferación de envidia.

Sin embargo, puede ser interesante estudiar y resultaría oxigenador el porqué de seguir con envidia y no otros sentimientos...al estudiársela podría verse que los motivos y causas son atractivos en el campo de la antropología y el psicoanálisis...

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Cuando un niño le rompe a alguien un dibujo que él no tiene, o por no saber hacerlo, hace parte de su trayectoria en su educación y del camino de encuentro con deseos y proyectos. Es un acto lleno de significados pero sin mayor concienciay trascendencia en sí mismo. Lo que haya aprendido de los adultos en ese momento es lo que nos importa y circunstancias que lo rodean. Cuando ese niño o niña llega a adulto y destruye para conseguir aquello que de otro modo no puede, se apropia, lo desprecia, lo difama, algo le pasó en la época de los dibujos de su infancia, y no ha podido lidiar con la aceptación de sus límites como de sus preferencias viendo el impacto de sus actos. Un adulto envidioso y el sistema en que vivimos lo estimula..

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Sin embargo, decir esto a veces pareciera justificarlo, porque si el sistema no sólo ampara sino que además estimula pareciera que todo está legitimado...eso es otra trampa más para seguir en la infancia, época feliz claro, pero que ya se ha pasado, para tapar lo perverso cuando se extiende a lo adulto...

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...estoy investigando, no sólo no es fácil hablar de la envidia, por todo lo antes mencionado, sino porque también se está o expuesto,a o involucrado en ella...

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En sociedades donde la apariencia es muy edificada tiene más presencia que en otras.La padecen en realidad las víctimas del desconocimiento y el coraje para seguir su propio camino a lo que buscan...están envueltos en una red de telones que ante cualquier acto que denote placer o satisfacción en otro les desestabiliza, no pueden admirar, ...pero esto a quién no le ha pasado alguna vez?

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El conflicto cobra mayor dimensión en los ambientes dónde la impunidad, las componendas o la desidia tapan las acciones de los envidiosos contra otros sin poner límite...porque envidiar

si queda en la dimesnión de los sentimientos, si bien no es agradable, se distingue, al menso una capacidad de dique, entonces sólo así sea un elemento que el individuo elabore sin llegar a perjudicar a otro.

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Estos factores en contra es la falta de reciprocidad llevan a que los individuos acaben siendo un incordio por lo dependientes y continuamente insatisfechos. Se quedan con lo de los otros, sean rácanos, y a la larga tampoco pueden dar nada porque no han elaborado nada tampoco. Piden mucho, se quejen continuamente... lo que es peor simulan dar.

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Hay que escaparles...si se ve en proceso, y no en resultados se les puede identificar.

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Las malas distribuciones se tapan con la envidia además, pues, por un lado la promueven y por otra, se cubren de ella para beneficiarse del statu quo que unos pocos precisan para su beneficio. Esto en América Latina lo sabemos bien. Las muertes atribuidas a la envidia encubren la lastimosa situación de los pueblos sumidos en la pobreza. ...

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Pero la envidia existe, como también el mal.No somos ángeles ni cuando nacemos, por eso no nos vamos a castigar pero sí debemos pensar, hacer algo para salir del masoquismo,la insatisfacción...qué hacemos cuando se envidia?...seguimos en la neurosis proyectiva o nos transformamos....?

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... lo qué es más interesante que la misma envidia, qué hacer con la inercia propia y los propios límites?....pensar...días y días...

CM.

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Hace algunos años habíaa colgado por los pasillos de la facultad, en el viejo edificio de Diagonal, unos carteles que decían:

"La envidia tambiçen desforesta porque en lugar de cuidar el bosque propio, lo descuida para destruir el ajeno"

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